Embalaje aleatorio de metal se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluida la separación, absorción y enfriamiento de gases y líquidos. Estas piezas de medios de filtración vienen en varias formas diferentes y están hechas de varios materiales.
La forma de las piezas importa
Las formas de un medio de empaque aleatorio determinan su área de superficie total, área de humectación y más. Esto puede marcar la diferencia entre un empaque que funcione bien para su proceso y uno que no.
El aumento del área superficial aumenta la cantidad de contacto vapor-líquido, lo que da como resultado una mayor eficiencia. Cuanto más grandes son las piezas aleatorias, más área de superficie pueden proporcionar.
Es importante elegir el material adecuado para su aplicación porque debe ser duradero y resistente a las incrustaciones y la corrosión. Además, también debe ser asequible según su presupuesto.
Una alta relación resistencia-peso es un buen indicador de que las piezas aleatorias pueden soportar el estrés mecánico y ser duraderas con el tiempo. Esto puede garantizar que la torre dure el mayor tiempo posible sin necesidad de ser reemplazada.
El tamaño de las piezas de empaque aleatorias también debe tenerse en cuenta al elegir la mejor opción para su torre. Cuanto más grandes sean las piezas, más espacio vacío tendrán en su interior y, por tanto, más capacidad tendrá la torre.
Esto permite que el vapor viaje hacia arriba a través de las piezas y crea una torre más eficiente. Además, aumenta la cantidad de líquido que se puede separar y absorber del sistema.
Otro factor que debe tenerse en cuenta al elegir el empaque aleatorio correcto es el grosor del material de las piezas aleatorias. Aumentar el grosor del material lo ayudará a resistir una variedad de puntos débiles mecánicos y lo hará más adecuado para entornos altamente corrosivos.
El PTFE es una opción popular para el empaque aleatorio porque es resistente a la temperatura, la corrosión y el daño químico. También es extremadamente fuerte y puede soportar la compresión.
El aluminio es una alternativa para el empaque aleatorio que puede soportar altas temperaturas, oxidación y productos químicos. También es resistente a la flexión y se puede rellenar con fibras de vidrio para mayor rigidez.
También hay disponibles otros tipos de empaques aleatorios, incluidos los anillos Pall y los anillos Raschig. Estas son versiones menos sofisticadas de los materiales de empaque aleatorio que se introdujeron por primera vez en el mercado pero que aún son efectivos en algunas circunstancias.
Los anillos Raschig son empaquetaduras cilíndricas lisas que se utilizan principalmente para separar materiales corrosivos y no tienen nervaduras ni otros elementos texturizados. Son costosos y tienen poca capacidad, pero pueden ser efectivos cuando se separa una gran cantidad de material corrosivo del fluido.
Los anillos Pall son similares a los anillos Raschig y se pueden fabricar con una variedad de materiales. Son una excelente opción para separar materiales corrosivos, pero no son tan efectivos como otras opciones de empaque aleatorio.
ANILLO SUPER RASCHIG DE METAL ANILLO SUPER RASCHIG DE METAL
El diseño del Super Raschig Ring ofrece una solución óptima a las demandas de la industria de un empaque moderno para trabajo pesado. A diferencia de las formas de empaque anteriores, el Super Raschig Ring evita la formación de gotas, que es una interferencia tan frecuente que acompaña a las grandes cargas de gas. El anillo Super Raschig tiene una capacidad de carga superior en más de un 30 %, una caída de presión casi un 70 % menor y una eficiencia de transferencia de masa que supera la de las picadoras de metal convencionales en más de un 10 %.